5.1. Manejo Integrado
La comprensión del comportamiento de las malezas ayuda a
diseñar estrategias adecuadas de control, para ello es necesario identificar las
malezas y su nivel de infestación, la biología y ecología de las especies de
malezas y el efecto competitivo. Las malezas generalmente compiten por agua,
luz, espacio y nutrientes. (Conservación de los recursos naturales para una
Agricultura sostenible, sf). A continuación, se observa algunos métodos de
control de arvenses.
Figura. Control de arvenses, ICA, 2012.
5.1.2. Labores de Prevención
El uso de semillas limpias y libres de semillas de malezas y
prevenir la entrada de maquinaria desde campos con alta infestación a de campos
con baja infestación, son las principales medidas preventivas a ser tomadas. (FAO,
Conservación de los recursos naturales para una Agricultura sostenible, sf).
5.1.3. Monitoreo de plagas y enfermedades
El monitoreo o muestreo de plagas y enfermedades consiste en
realizar un seguimiento a la especie – plaga en estudio, para conocer la
biología y ecología de los organismos (estados de desarrollo), el crecimiento
de la población en el tiempo, las condiciones ambientales que prevalecen, la
abundancia de enemigos naturales y el impacto del daño en el cultivo (económico),
(Torres y Ríos, 2007 citado por Puentes, 2015). El monitoreo debe ser
permanente, pues de esto depende la eficiencia del programa MIPE. Cabe resaltar
que no todos los insectos, malezas y otros organismos vivos requieren control;
algunos organismos son inofensivos e, incluso, benéficos. (EPA, 2010).
5.1.4. Manejo Integrado de plagas y enfermedades
El MIPE consiste en una serie de evaluaciones de manejo,
decisiones y controles, Si, existiera algún ataque, se debe valorar la opción
de enemigos naturales, uso de agentes biológicos y en último caso la aplicación
de un agroquímico específico para la plaga identificada, buscando siempre la
opción de más bajo impacto ambiental. El MIPE, busca garantizar la sanidad del
cultivo y a su vez que esta sea económica y ambientalmente sostenible (ICA,
2009).
5.2. Fisiopatías abióticas y/o climáticas
Figura. Fisiopatías abióticas (Bernal et al., 2014).
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